Feragua estima que las dotaciones propuestas en los citados planes son deficitarias y ponen en peligro la viabilidad de la pujante agricultura de litoral andaluz, la de mayor generación de riqueza y empleo en la región, afectando fundamentalmente a cultivos hortofrutícolas: fresas, cultivos subtropicales, frutales, cítricos, olivar, hortalizas al aire libre, así como a otros cultivos intensivos como el arroz y el algodón. En este sentido, subrayan el perjuicio concreto que estas dotaciones suponen sobre el tamaño o calibre de los productos hortofrutícolas, "lo que nos sacará del mercado de mayor calidad y mejor retribuido, y consecuentemente provocará la pérdida de miles de puestos de mano de obra", señala la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante.
Feragua expresará asimismo mañana sus dudas sobre la legalidad de los Bancos Públicos de Agua, que pueden crear graves discriminaciones con otras cuencas españolas y perjudicar la actividad empresarial vinculada al regadío. "Además, no nos fiamos de cómo pueden llegar a funcionar, porque siempre que en la gestión no han intervenido los usuarios los resultados no han sido buenos", afirma Margarita Bustamante.
Incoherencias
Feragua denunciará asimismo ante el Consejo Nacional del Agua que la planificación hidrológica realizada no está suficientemente justificada técnicamente, e instará a la administración andaluza que enseñe los documentos que avalen que, a los cultivos del litoral, ahora les basta con esas dotaciones. Los planes hidrológicos realizados por la propia administración andaluza para el litoral contienen incoherencias internas difícilmente justificables, como diferencias muy llamativas en las dotaciones para el mismo tipo de cultivo entre las cuencas atlánticas y mediterránea, diferencias que superan el 15% en la mayoría de los cultivos y el 30% en cultivos tan representativos como el Olivar (80%), el cereal de invierno(100%), las frutas subtropicales y las hortalizas al aire libre (32,5%), los invernaderos (40%).
En La Agenda de Regadíos H-2015, se han establecido unas dotaciones medias netas por cultivos, así como un rango de variación (máximo/mínimo), que depende de variables edáficas y climáticas, dada la gran heterogeneidad del regadío andaluz. Así, y como puede verse en los cuadros situado debajo de estas líneas, en la Cuenca Mediterránea, las dotaciones se sitúan como promedio un 10% por debajo de lo que marca la Agenda de Regadíos H-2015, ‘castigando' especialmente a cultivos como los frutales (-40%), hortalizas al aire libre (-16%) y cítricos (-11%). Por su parte, en las Cuencas Atlánticas el déficit de dotaciones es aún mayor, y se sitúa en una media del -19%, afectando a la mayoría de cultivos: cereal de invierno (-29%); invernaderos (-26%); frutales (-30%); frutas subtropicales (-24%); olivar (-37%); girasol (-46%); arroz (-36%); y algodón (-29%).
Por su importancia en la generación de empleo y riqueza en la región y concretamente en la provincia de Huelva, donde se produce más del 98% de la fresa andaluza, que genera una facturación superior a los 410 millones de euros y una generación de mano de obra superior a los 65.000 empleos/campaña, Feragua subraya de forma especial el riesgo de las dotaciones propuestas para el sector fresero, con unas enormes diferencias entre las necesidades para dicho cultivo establecidas por estudios agronómicos de entidades independientes como la Universidad de Córdoba (entre 6.000 y 7.000 m3/ha) y las estipuladas en la planificación hidrológica andaluza (4.500 m3/ha).
Igualmente, a juicio de Feragua, las dotaciones que se proponen en la planificación hidrológica para los cultivos subtropicales del litoral demuestran igualmente el escaso rigor técnico de las mismas, ya que por un lado, en la Demarcación Mediterránea se propone una dotación neta de 5.300 m3/ha, mientras que en la Atlántica es de 4.000 m3/ha. Asimismo, se observan diferencias muy significativas de dotaciones para cultivos subtropicales en zonas regables limítrofes que carecen de justificación agronómica alguna y que castigan de forma incomprensible a la costa de Málaga con respecto a la costa de Granada, donde las necesidades hídricas si se cubren de forma adecuada, poniendo así en peligro la competitividad de la zona regable del Guaro.
En la Cuenca del Barbate, Feragua solicita la revisión de los volúmenes disponibles para el regadío - único usuario- de la presa del Celemín, de 44 Hm3 de capacidad, que han sido reducidos significativamente respecto a la planificación anterior, pasando de 15 Hm3 a 8 Hm3, una reducción del 46 % de aportación que no tiene justificación alguna, pues la experiencia de los regantes de la zona es que el embalse puede aportar todos los años una media de 12 Hm3 a los regadíos de la comarca de la Janda.
Finalmente, sobre la comarca malagueña de la Axarquía, siendo los cultivos subtropicales la base de una economía agraria pujante y enfocada a los mercados europeos, Feragua demanda que las dotaciones establecidas para dichos cultivos sean suficientes para mantener la competitividad de las explotaciones agrícolas. En este sentido, Feragua tiene informes agronómicos de la propia Delegación de Agricultura de Málaga estimando en 7.000 m3/Has las dotación bruta necesaria para los cultivos subtropicales (aguacate, mango y chirimoya), mientras que las propuestas de la planificación andaluza son de dotaciones de 5.169 m3/Has para el rio Velez, 3.760 m3/Has para el rio Guaro, 5.170 m3/Has para Axarquía Este, que son todas claramente insuficientes para que la agricultura de los subtropicales sea competitiva. Los regantes del Plan Guaro , asociados a Feragua, solicitan un tratamiento similar al ofrecido en la planificación hidrológica a los agricultores vecinos de Motril-Salobreña de la costa granadina, que teniendo una alternativa de cultivo similares, basada igualmente en los cultivos subtropicales, se les ofrecen dotaciones brutas superiores a los 7.000 m3/Has.