Según un estudio realizado por investigadores del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente adscrito a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN) de la Universitat Politècnica de València (UPV), una buena gestión de los montes conseguiría aumentar hasta el 42% el agua de la lluvia que llega a los acuíferos, frente al 13% que presentan las masas no gestionadas.
Un grupo de investigadores, liderado por Antonio del Campo, ha llegado a esta conclusión después de analizar el ciclo hidrológico en masas con distintos grados de gestión forestal y comprobar que en los bosques no gestionados y con una gran masa arbórea densa, casi el 50% del agua de la lluvia se pierde por interceptación y nunca llega a tocar el suelo.
Sin embargo, según comenta el profesor Antonio del Campo, "con una correcta gestión de los bosques, entre un 74 y un 88% del agua de la lluvia se filtraría en el suelo y de ahí, parte iría hasta los acuíferos, contribuyendo a la alimentación de embalses, pantanos, fuentes... La buena gestión consistiría en aligerar las masas forestales, a veces moribundas por exceso de densidad y competencia, para que dejen pasar al suelo el agua de la lluvia. Si esa masa forestal se abre, el agua quedaría en el ecosistema".
La sociedad tiene arraigado que hay que gestionar los montes para evitar incendios, pero se desconoce que un monte bien gestionado, además, puede producir recursos hídricos, es decir, llenar acuíferos, pantanos, embalses y fuentes.
Además, Del Campo asegura que "en un lugar como la Comunidad Valenciana, donde llueve tan poco, la correcta gestión hidrológica de los bosques resulta de vital importancia porque no podemos permitirnos desperdiciar ni una gota de agua de lluvia. Y menos ahora, en un momento en que nos enfrentamos a un período de sequía".
El estudio elaborado por los profesores de la ETSIAMN demuestra que los bosques y montes de la Comunidad Valenciana están muy degradados, llenos de masas forestales que se han abandonado porque los usos tradicionales de los montes se han perdido al no ser rentables, y a que las administraciones tampoco pueden hacerse cargo por limitaciones presupuestarias.
"Queremos darle a las administraciones y al propietario de montes herramientas para que mediante una correcta gestión de los bosques se cuantifique la producción de recursos hídricos, además de otros beneficios como evitar incendios o que, al menos, no sean tan virulentos", explica Del Campo.
El profesor también ha comentado que "hay que entender que el bosque mediterráneo siempre ha sido dependiente del hombre, que lo ha gestionado trabajándolo. Hace 50 años era fácil gestionar los bosques, pero hoy en día, esta actividad no es rentable. Sin embargo, a través de una buena gestión, que produzca recursos hídricos, sí podemos cuantificar el agua que es capaz de generar cada monte. Así, sus propietarios estarían proporcionando un beneficio medible a la sociedad".
Estos estudios, financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación con fondos FEDER (proyecto Hydrosil, CGL2011-28776-C02-02), se están desarrollando en diversos tipos de masas forestales dentro de la demarcación de la cuenca del Júcar-Turia y los resultados vienen a demostrar similares tendencias en pinares, repoblaciones forestales, montes bajos de carrasca, etc.