De esta forma llamó la etención sobre la necesidad de rebajar la factura eléctrica de los agricultores, quienes debido a la falta de lluvias se han visto obligados a cativar los riegos de emergencia para asegurar la producción de los cultivos de invierno, con los sobrecostes de agua y energía que conllevan estas demandas extra.
Si bien los gastos energéticos suponen ya másdel 35% de la producción total, todo apunta a que durante esta campaña los regantes verán estrechados aún más sus márgenes comerciales que se sitúan ya en mínimos históricos debido a varios factores: la caída del precio de los productos agrarios, el alza de los carburantes y la escalada de los costes de producción que vienen soportando desde que en 2008 se incorporaran al mercado libre tras la supresión de las tarifas especiales.
Ante esta situación y según explico a Editorial Agrícola, Juan Valero de Palma, secretario general de FENACORE, se están planteando la posibilidad de intervenir en el mercado eléctrico como comercializadora. "En España hay actualmente unas 30 comercializadoras y vamos a iniciar contactos con las más importantes para intentar llegar a acuerdos que nos permitan obtener mejores precios", explicó Valerode Palma
Revisar tarifas y pagar por consumo real
Ante esta situación y en un momento además en el que se especula con una nueva subida de la luz para compensar el déficit tarifario, el presidente de FENACORE insiste en la importancia de revisar el actual sistema de tarificación. Del Campo califica estos nuevos precios de abusivos para un sector endeudado por la modernización de regadíos, modernización que acometieron partiendo de un coste que ahora se ha multiplicado. "Los regantes hemos transformado los riegos de superficie, de escasa demanda energética, por eficientes riegos de presión que exigen mayor consumo; todos nuestros planes de amortización se hicieron de acuerdo a unos costes energéticos que no son los actuales, por lo que ahora nos encontramos en medio de una crisis económica, con un periodo de sequía por delante, y con unas facturas que nos las vemos y deseamos para poder pagar. Es una manera curiosa de premiar a quien se esfuerza por ahorrar agua", declaró.
Otro de los caballos de batalla de los regantes es el de pagar por el consumo real, lo que supondría una considerable rebaja de la factura energética. En este sentido, Andrés del Campo ha vuelto a solicitar que las comunidades de regantes puedan pagar únicamente por la potencia real registrada y no por la teórica contratada para evitar abonar la totalidad del servicio durante los más de seis meses en los que apenas se utiliza. En la actualidad, el término de potencia representa la cuarta parte de la factura tras haber crecido más del 450% en los últimos cuatro años.
La propuesta de FENACORE es la de formalizar dos contratos al año: uno anual con una mínima potencia para el suministro básico de los servicios de mantenimiento de los equipos; y otro de temporada para los meses de máxino consumo (abril a septiembre) en el que se incluya la posibilidad de modificar la potencia en las horas llano y punta en función del mes, así como disminuir el porcentaje obligatorio de consumo en horas valle.
El presidente de los regantes también se refirió a una de las peticiones históricas del sector, como es la aplicación de un IVA reducido al suministro eléctrico similar al italiano, mostrando cierto escepticismo sobre su viabilidad en una coyuntura en la que los ajustes para alcanzar los objetivos de déficit impuestos por Bruselas son la prioridad.
Nuevo Plan Nacional de Regadíos
La secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, encargada de inaugurar la XIV Jornada Técnica sobre "Coste energético y producción de energía en Comunidades de Regantes" organizada por FENACORE. ha planteado la apuesta del Ministerio por "un nuevo Plan Nacional de Regadíos circunscrito en una en una nueva política del agua basada en el pacto y no en la confrontación entre los diferentes actores".
La secretaria general ha explicado como el nuevo Plan Nacional de Regadíos "permitirá garantizar el suministro de agua en cantidad y calidad suficiente en todo el territorio nacional, mediante la consecución de un Pacto Nacional del Agua, de larga duración que tendrá un carácter estratégico y vertebrador para todo el territorio nacional".
Ese Pacto Nacional, ha añadido Isabel García Tejerina, "tendrá como resultado la propuesta de un nuevo Plan Hidrológico Nacional que contemple los acuerdos del Pacto y materialice sus objetivos, teniendo en cuenta todas las tecnologías e infraestructuras existentes".
Ahondando en el contenido de ese Plan Hidrológico Nacional, la Secretaria General ha indicado que "propondrá la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas de manera que se asegure la eficiente gestión del recurso, el aumento de caudales en zonas con actual déficit hídrico y el abastecimiento a precios razonables para cada uso".
García Tejerina también ha expuesto la importancia de las nuevas propuestas en relación con el reto de la energía y los costes. La responsable del Ministerio ha señalado que "dentro de las prioridades de actuación, que se reflejarán en el nuevo Plan Nacional de Regadíos, se impulsarán las actuaciones que hagan una gestión integral del agua de riego, que incorporen acciones de mejora de la eficiencia energética y de implantación de energías renovables, y que mantengan y mejoren la competitividad del regadío y de la agroindustria dependiente".
García Tejerina ha finalizado su exposición reiterando el apoyo del Departamento al sector del regadío, "que realiza un gran esfuerzo por modernizarse", destacando su contribución al desarrollo rural de España "ya que es clave para el sector agroalimentario y juega un papel decisivo como gestor de los recursos naturales como el agua y el suelo, como vigilante del patrimonio rural, incluidos los aspectos ambientales y culturales y, en particular, como factor de equilibrio territorial y poblacional".
En la jornada organizada por FENACORE se analizó como el sector ha llevado a cabo la modernización de los regadíos para conseguir un uso más eficiente del agua y como esto ha hecho que se incremente el consumo de energía. El catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Córdoba, Emilio Camacho comentó que ante esta situación el futuro pasa por reducir costes energéticos, la búsqueda del máximo beneficio y una gestión organizada del riego.
José Luis Molina de Hispatec, aseguró que el sector agrícola podría beneficiarse de la variabilidad de costes del sistema eléctrico, pero que para ello es necesario introducir tecnología y un marco regulatorio que favorezca el consumo inteligente de la energía eléctrica.
La reducción de la repercusión de la energía en la economía del regadío, la reducción de la factura energética y la implantación de las energías renovables, son claves para conseguir la sostenibilidad, según Manuel Acacio, responsable de Regadío de Abeima. Acacio apostó por abandonar el riego a la demanda y hacerlo de una manera organizada. De esta forma, comentó, se aprovecharían mucho mejor las tarifas y se controlaría el funcionamiento de la red y la potencia de los equipos.
En la jornada quedó patente que el regadío tiene ciertas condiciones que le deben permitir ser un sector pionero en el tema de las energías renovables.
Ignacio Martí, del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) realizó una encendida defensa del uso y promoción de este tipo de energía como alternativa de futuro y remarcó el papel puntero que España tiene en el sector y las enormes posibilidades de desarrollo que ofrece.
Además, se resaltó la necesidad de potenciar el papel de la agricultura como productora de biocombustibles a partir de materias primas oleaginosas (girasol, soja, etc.) o ricas en azúcares (remolacha, maíz, etc.). Esta actividad supondría no sólo una fuente de ingresos para los agricultores, sino una garantía para el abastecimiento de carburantes a precios competitivos, ahora que la cotización del Brent no baja de los cien dólares debido a las tensiones geopolíticas de Oriente Medio.