Afepasa: el valor de la experiencia

11/01/2019

Por Marta Fernández, periodista agroalimentaria

En este 2018 que está a punto de finalizar, la compañía tarraconense Azufrera y Fertilizantes Pallarés, más conocida como Afepasa, ha celebrado su 125 aniversario. Motivo que tanto la familia Pallarés, propietaria de la empresa, como el equipo capitaneado por Manel Montaño, su general manager, han querido aprovechar para poner en valor su historia, los importantes desarrollos ligados a la industria del azufre conseguidos a lo largo de estos más de 100 años y sus planes de futuro.


A día de hoy, “Afepasa es la mayor productora de azufre para agricultura de Europa y la segunda del mundo”, tal y como comenta Manel Montaño -al frente de la dirección general desde el año 2011-, quien detalla las prioridades a corto y medio plazo. “Nuestro business plan, que comenzó este 2018 y se extenderá hasta 2023, tiene como objetivo colocar a la compañía como la primera productora de especialidades de azufre del mundo, superando a nuestro principal competidor, que es americano. Estamos invirtiendo 10 millones de euros en un periodo de 18 meses para ser la mayor planta de azufre del mundo. El segundo objetivo es incrementar la facturación hasta los 22-23 millones -frente a los 14 millones con los que prevemos cerrar ese año-, y el tercero es sacarle partido a las inversiones mediante el desarrollo de nuevos productos”.

En cuanto al posicionamiento de la compañia, continúa Montaño “y teniendo en cuenta que en Europa hay actualmente cerca de 15 fabricantes de azufre, estamos en el 100% del viñedo europeo y me atrevería a decir que prácticamente en el 90% del viñedo del mundo; lógicamente no tenemos cuotas de mercado del 90%, pero tenemos presencia en Australia, Oriente Medio, todo África, etc., donde hay un viñedo, estamos nosotros”, añade.

Y es que la vocación exportadora es inherente a Afepasa, que tiene presencia en aproximadamente 82 países repartidos en los cinco continentes, con un volumen cercano a las 50.000 toneladas de producto (entre fertilizantes, fitosanitarios y bioestimulantes) con base de azufre. De ellos, la mayor parte está enfocada al viñedo, “pero cada vez más también hacia otros cultivos”. A exportación se destina el 60%, repartido al 50% dentro y fuera de Europa”, explica. En cuotas de mercado, esa ubicuidad se traduce en cerca de un 55% en España, un 80% en Francia con micronizado, un 40% en Grecia y un 25% en Portugal que, a la postre, son los países más representativos como productores de vino de Europa. Los ratios de crecimiento desde 2013 se sitúan “como mínimo en dos dígitos porcentuales todos los años”, cuenta, añadiendo que la clave es “explicar, comunicar y formar”.

I+D como eje vertebrador

Explicar en este caso qué es el azufre y sus posibilidades. Porque, continúa, a pesar de que se ha utilizado durante más de 2.500 años, es un gran desconocido y “tiene un gran ancho de banda”. Tradicionalmente se le ha conocido por sus propiedades fúngicas, pero no por su función como fertilizante o su efecto protector.

El estudio de sus propiedades y su comportamiento, como por ejemplo su insolubilidad en agua y lenta liberación, forman parte del ADN de Afepasa a través de su departamento de I+D que, unido a su vasta experiencia y las inversiones en marcha, son capaces de poner en el mercado desarrollos innovadores.

Todo ello partiendo de la base, de un lado, de que el azufre es un producto complejo de trabajar porque, entre otros handicaps, puede explotar si no se manipula de forma correcta. Y de otro, que es un producto sostenible cuyo origen está en la propia naturaleza que, previsiblemente tendrá mucho que decir una vez entre en vigor la nueva regulación en materia de fitosanitarios y uso de materias activas.

De hecho, ya se sabe que en la legislación en curso, el azufre, que hasta ahora estaba catalogado como enmienda, va a entrar como fertilizante. A partir de aquí, los desarrollos, tanto consolidados como en marcha son numerosos. Si echamos la vista atrás, encontramos, por ejemplo, los conocidos azufrines, empleados para desinfectar las barricas y cuya patente, a nivel europeo, es propiedad de Afepasa. “Es un registro biocida que nos garantiza la supervivencia del nombre dentro de las bodegas, y está presente en el 100% de las bodegas de Europa, que por ley tienen que hacer la limpieza en gas, para lo que es imprescindible utilizar Azufrina”.

Ampliación de catálogo

Entre los lanzamientos más recientes, uno de los que mayor interés está despertado, precisamente como consecuencia del nuevo desarrollo normativo, es su nueva tecnología Sultech, cuyo principio se basa en la biotecnología y ofrece propiedades de bioestimulación. A través de esta ha desarrollado una gama de cinco productos “lo suficientemente compatible para ofrecerla al mercado”. El concepto parte la capacidad de haber conseguido que el azufre sea asimilable y que, además estimule la planta. De hecho, el desarrollo de Sultech es otro de los puntos clave de la estrategia de la compañía, que se enmarca en la búsqueda de alianzas basadas en el biocontrol, a través de clones alternativos a los tradicionales químicos.

En esta línea, y una vez estén construidas las nuevas instalaciones, Afepasa continuará ampliando su portfolio con el lanzamiento de materias activas encapsuladas en azufre en el plazo de un año. “Analizamos y nos planteamos la posibilidad de dar a las plantas los mismo que ya están recibiendo los humanos y los animales, pero implementando una tecnología específica. La esencia es proteger esos microorganismos para que lleguen puros, y así se pueda reducir dosis, o que las liberaciones sean más lentas, por ejemplo".

En el más corto plazo, prevé lanzar una innovadora pastilla para la protección de hongos en invernaderos en sustitución del tradicional gas azufre.

Fruto de este esfuerzo, comenta su general manager, “este año nos han incluido dentro de Cepyme500 como una de las empresas de mayor crecimiento y evolución en los últimos cinco años, y el Financial Times nos ha propuesto para el FT 1000, que es el ranking de las 1.000 empresas con un crecimiento más rápido en Europa”.

Afepasa, 125 años de historia 

La historia de Afepasa comenzó en 1893 de la mano de Juan Pallarés y Bosch, que por entonces, además de a la fabricación de sal, se dedicaba a la exportación de vino en barrica. Esta actividad se vio interrumpida por la parición de la filoxera -plaga que arrasó el viñedo europeo-, ante la que los comerciantes de la época buscaron alternativas en el viñedo americano. Y con él no solo vinieron nuevas variedades, sino también una nueva enfermedad criptogámica, el oídio. Como medida para atajarla, el señor Pallarés, en base a la experiencia de sus contactos comerciales en Italia, apostó por la utilización del azufre por sus propiedades antifúngicas y, aprovechando la tecnología de molturación de sal que ya tenía desarrollada, lo incorporó a su actividad fabril.

A mediados del siglo XX esta se vio interrumpida a raíz de los acontecimientos bélicos y ante el interés que para los ejércitos y la industria armamentística tenía el azufre. En 1946, y ya de la mano de la segunda generación, la compañía fue reconstruida, en parte gracias a la labor de sus trabajadores. Esta reconstrucción vino acompaña de una nueva patente americana denominada “Azufre sublimado” -ahora extensible a toda Europa-, que supuso, asimismo, el resurgir de la compañía a través de la especialización productiva -dado que se trataba de un azufre muy específico para tratar viñedo-, y el inicio de la vocación exportadora -que se mantiene a día de hoy-, con cuotas de mercado en aquella época del 80% en España y del 50% en Francia, por ejemplo. Ya en el año 2000 se produjo la transición de la tercera a la cuarta generación, que es la que está actualmente al frente del Consejo de Administración y del accionariado, y con ella se dio el pistoletazo de salida a la profesionalización de la empresa, poniendo a responsables externos al frente de cada área de actividad.

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