21/12/2018
La FAO define la resistencia a los fitosanitarios como “una característica de fundamento genético que permite a un organismo sobrevivir a la exposición con una dosis de un plaguicida que normalmente podría resultar letal”. O lo que es lo mismo, podemos hablar de resistencia cuando un fitosanitario deja de ser efectivo en aquel organismo al que pretende combatir. Aunque nos pueda parecer una situación reciente, los expertos advierten que se trata de un fenómeno tan antiguo como es la lucha química contra las plagas. Es más, la FAO, en su Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas. Directrices sobre la Prevención y Manejo de la Resistencia a los Plaguicidas, identifica una serie de causas que contribuyen a la aparición de las resistencias, como el uso continuo y frecuente de un mismo plaguicida o de plaguicidas estrechamente relacionados; el empleo de dosis inadecuadas y mal distribuidas; el tratamiento frecuente de organismos con grandes poblaciones y cortos tiempos de generación. También incluye el error de incorporar otras prácticas no plaguicidas de control cuando sea posible, y el tratamiento simultáneo de los estadios larvales y adultos con compuestos sencillos o relacionados.