#SaludsinBulos, desenmascarando 'infoxicaciones'

01/07/2019

Por Caridad Calero, comunicadora agroalimentaria

La iniciativa "Salud sin Bulos" ha recibido, de manos de la Editorial Agrícola, el premio "Henar comunicación" creado para conmemorar los 90 años de esta entidad, en cuyos estatutos fundacionales ya contemplaba la labor de “difundir y propagar los conocimientos”. Este premio, por tanto, quiere destacar la labor y el impacto de las acciones de comunicación agroalimentaria dirigidas al conjunto de la sociedad, que son cada vez más necesarias.


#SaludsinBulos es una iniciativa de la agencia de comunicación COM Salud en colaboración con la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES). El jurado ha señalado la excelente labor que realiza en los ámbitos de salud y alimentación, en un mundo cada vez más "infoxicado", en el que resulta difícil separar la verdad de informaciones tergiversadas, incompletas o directamente falsas.

Dentro de los temas de salud en general, la alimentación suele ser una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. El consumidor no sólo se fija en el valor nutricional de los alimentos sino, cada vez más, en cómo estos han sido producidos. Temas controvertidos como el uso de productos fitosanitarios, organismos modificados genéticamente, antibióticos u hormonas se prestan a menudo a la creación y difusión de bulos e informaciones falsas, aprovechando sus creadores el gran desconocimiento que tiene la sociedad acerca de estos temas.

Los bulos y su rápida difusión

Muchos bulos surgen por la intención de sus creadores de perjudicar a un tercero y, a ser posible aprovecharse del desprestigio creado en torno a él. En ocasiones, es frecuente encontrar bulos o noticias falsas que llevan oculto, pero implícito, el interés real de quien los lanza. Otra motivación frecuente es simplemente satisfacer el ego de su creador, que busca ver hasta dónde se extiende su mentira aunque ello suponga crear alarma social.

Independientemente de su origen, se suelen difundir con gran rapidez porque suelen apelar a las emociones humanas más básicas y encuentran en las actuales plataformas de información (redes sociales, mensajería instantánea, páginas de Internet, plataformas de vídeos, etc.) el lugar ideal para multiplicar su alcance en muy poco tiempo. La facilidad para crear cuentas en redes sociales y las lagunas legislativas propician este tipo de acciones (que en algunos casos pueden llegar a suponer un delito) y exigen a los usuarios a estar constantemente alerta cuando navegan por la red, algo que no siempre ocurre. A su vez, los destinatarios de los bulos suelen contribuir a su difusión de buena voluntad, porque creen que son ciertos, útiles o interesantes para todos sus conocidos y contactos.

La importancia de una acción conjunta

Para combatir la difusión en Internet de los bulos relacionados con el ámbito de la salud nace "Salud sin bulos". En palabras de su coordinador, Carlos Mateos, esta iniciativa se basa en el trabajo conjunto de varios profesionales del ámbito sanitario ayudados por la tecnología necesaria para detectar e identificar tanto las fuentes de bulos y falsedades como aquellas que ofrecen información rigorosa y de calidad para el ciudadano.

Uno de sus principales objetivos es la identificación de los bulos y la posterior difusión en las redes de la información correcta. Para que todo este trabajo tenga éxito es importante contar con la confianza de los usuarios, por lo que salud sin bulos cuenta con varios embajadores que tienen una importante presencia en medios de comunicación clásicos y en redes sociales, desde donde difunden información con rigor científico. Los embajadores representan también a esta entidad en diferentes eventos de gran peso mediático e institucional. Asimismo, cuentan con el aval de numerosas sociedades científicas, asociaciones de pacientes y en general entidades del ámbito sanitario.

Dado que los bulos se difunden rápido y tienen un gran alcance, han creado la figura del colaborador. Al igual que los embajadores, son profesionales del ámbito sanitario (enfermeros, médicos de muy distintas especialidades, farmacéuticos, nutricionistas, etc.) que forman una tupida red de "cazabulos" dispuesta a frenarlos y sustituir la información errónea por otra basada en evidencias científicas.

A esta red de colaboradores pertenece Gemma del Caño, farmacéutica y comunicadora, que fue la encargada de la ponencia inaugural de la segunda edición del foro Innagrotables celebrada el 20 de febrero de 2019. En su intervención puso el acento en la necesidad de unión que existe también en el ámbito agroalimentario para ofrecer al consumidor una información comprensible y veraz sobre los aspectos en los que se está avanzando. De esta manera, la sociedad será capaz de entender y aceptar que la innovación en la producción de alimentos permite dar respuesta a sus demandas.

Actividades de Salud sin Bulos

Además de mantener un papel activo a la hora de contrarrestar la desinformación sanitaria en los diversos medios de comunicación, #SaludsinBulos dispone de una página web (saludsinbulos.com/) donde el visitante puede consultar la información adecuada y actualizada sobre los bulos más populares. Han creado también el primer "chatbot" contra los bulos en cáncer.

Dado que el campo sanitario es tremendamente amplio, #SaludsinBulos organiza eventos temáticos - Cáncer sin Bulos, Diabetes sin bulos, Meningitis sin Bulos, etc - con la colaboración de centros hospitalarios y diversas entidades relacionadas con el mundo de la salud. También lleva a cabo eventos de formación a pacientes, escolares y profesionales sanitarios sobre cómo buscar información fiable en Internet.

Asimismo, ha publicado una encuesta a médicos sobre los Bulos de Salud y un documento de consenso sobre cómo actuar frente a "Dr. Google". Todo esfuerzo es poco para combatir uno de los principales problemas al que se enfrenta los ciudadanos del siglo XXI, el bombardeo de desinformación.

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