22-04-2016
La Comisión Europea había propuesto renovar la autorización del glifosato para todos los usos y sin restricciones por 15 años más (el máximo posible). Sin embargo, el Parlamento
votó a favor de que dicha autorización se renueve sólo siete años.
En una resolución no vinculante aprobada por 374 votos a favor, 225 en contra y 102 abstenciones, los eurodiputados piden a la Comisión que apruebe sólo los usos profesionales del glifosato y que reconsidere ese permiso cuando la Agencia Europea de
Sustancias y Mezclas Químicas presente la clasificación armonizada del glifosato.
Asimismo, los diputados solicitan a la Comisión que presente un nuevo proyecto centrado en el uso sostenible de los herbicidas que contienen glifosato y que efectúe una revisión
independiente de la toxicidad y clasificación del glifosato basado no solo en los datos disponibles sobre su efecto carcinogénico sino también en su potencial de alteración endocrina.
AEPLA responde
Por su parte, la Asociación Española para la Protección de las Plantas (AEPLA), ha salido a la palestra para matizar la información publicada por distintos medios al respecto. Afirman que la votación del Parlamento Europeo del pasado 13 de abril por la que propuso la renovación de la sustancia activa glifosato por siete años, se trata de una propuesta, y en ningún caso su resultado es vinculante. Será el Consejo Europeo, quien finalmente tome la decisión sobre el futuro del glifosato en Europa los próximos meses.
Destacan además que debe tenerse en cuenta que tanto Alemania, como Estado miembro informante, como la EFSA, basándose en sus evaluaciones científicas, consideraron seguro el glifosato cuando se usa apropiadamente, y por lo tanto concluyó que dicha sustancia no es cancerígena. Además, la presencia de residuos fitosanitarios en los alimentos y el agua son supervisados por la EFSA, y por lo general, las muestras analizadas en relación con el glifosato son completamente indetectables. "En la gran mayoría de los casos, de estar presentes, los residuos se encuentran dentro de los límites permitidos legalmente y siempre muy por debajo del umbral que podría constituir un riesgo para la salud humana", afirman.
Por último, recalcan que los agricultores deben seguir siendo competitivos, garantizando al mismo tiempo la protección de la salud humana y el medio ambiente. "Por todo ello, esperamos que la decisión que finalmente adopten los estados representados en el Consejo Europeo esté basada en motivos científicos y no ideológicos que puedan poner en riesgo el futuro de la agricultura europea".