22/05/2020
Asimismo, continúa, "nadie discute la importancia desde el punto de vista medioambiental de fomentar una biodiversidad rica en las zonas agrícolas. La agricultura en sí reduce considerablemente en algunas zonas la superficie de espacios naturales donde pueden desarrollarse especies vegetales y animales. Los cultivos no son un entorno adecuado para la biodiversidad, con independencia del sistema agrícola empleado, ya sea producción integrada o ecológica, secano o regadío, la biodiversidad es siempre baja en los campos cultivados".
Por ello, añade, "Syngenta identificó que era posible revertir esta situación y puso en marcha un ambicioso programa para desarrollar la biodiversidad en las áreas de cultivo, la Operación Polinizador. Este proyecto se enmarcó en 2013 dentro de nuestro programa de compromisos con la agricultura sostenible, 'The Good Growth Plan', y desde entonces se han superado los objetivos establecidos beneficiando a 6,4 millones de hectáreas en entornos agrícolas. En este tiempo hemos acumulado una considerable experiencia gracias a la colaboración con prestigiosos organismos científicos como el Instituto de Ciencias Agrarias y otros institutos del CSIC, el IMIDA murciano y la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid. También con el apoyo de la distribución de Syngenta y numerosas colaboraciones con instituciones, empresas del sector, productores de semillas autóctonas, entomólogos y otros expertos.
Es de justicia destacar el valor que ha tenido en todo este proceso la colaboración con los agricultores, un colectivo que en estos tiempos duros de la COVID-19 ha demostrado con creces su profesionalidad y buen hacer para garantizar la seguridad alimentaria, cloncluye.