09/06/2020
En esta ocasión han aportado su punto de vista el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda; el consultor agroalimentario internacional David del Pino; y el presidente de Aepla, Manuel Melgarejo.
El punto de inicio ha sido el análisis sobre si el momento elegido para anunciar la medida ha sido o no el más adecuado. Al respecto, los ponentes han estado de acuerdo en afirmar que no lo ha sido. "Ha habido un problema de oportunidad, no era el mejor momento sacar el 20 de mayo la Estrategia y el 27 el Marco Plurianual", ha dicho Fernando Miranda, quien ha añadido que en el Plan Estratégico Nacional elaborado por el MAPA ya estaban recogidas algunas de las medidas planteadas, como la reducción del uso de fitosanitarios o incentivar el uso de las superficie ecológica. "No obstante lo que no vemos tan bien son los objetivos cuantitativos, porque entendemos que están formulados sin hacer un análisis de impacto previo. Creo que lo que tiene que venir después es un trabajo entre los Estados miembros para alcanzar unos objetivos que se adecúen a la realidad de nuestra agricultura y acordes con el trabajo que estamos haciendo, y en función de nuestras posibilidades ser capaces de plantear unos objetivos alcanzables en 2030 basados en un sistema de explotaciones agrícolas y ganaderas rentables, pero adecuados a la realidad de cada país".
Al hilo, Manuel Melgarejo ha indicado que el problema es que se han fijado objetivos de impacto sin fijar alternativas; "es cierto que de momento se trata de un objetivo político, pero se marca la línea a la que se quiere ir. Debemos plantearnos si es realista. En España hay un mosaico de cultivos muy amplio, por tanto necesitamos un análisis de impacto por cultivo y por zona. El problema es cuando se yuxtapone una agricultura frente a otra. La agricultura tradicional, con todos los esfuerzos que ha hecho en los últimos años, es perfectamente compatible con el resto y sostenible".
Como consecuencia de lo anterior, otro de los que puntos analizados es si es posible articular un equilibrio entre sostenibilidad medioambiental, económica y social, un tema que David del Pino ha vinculado con la PAC "tal y como la conocíamos hasta ahora" ha dicho, "porque lo que se intuye es que ha quedado supeditada al Pacto verde", no sin remarcar los importantes esfuerzos realizados por el sector para adecuarse a los altos estándares de calidad y seguridad alimentaria. "Lo que llama la atención son los nuevos requisitos cuantificados, porque nuevos requisitos, tradicionalmente significan más costes. En un momento de problema de competitividad, más costes nos hace ponernos nerviosos, y este es el espejo en el que se está mirando el sector. De ahí la acogida. Habrá que ver si es alcanzable o no, o si lo son parcialmente, por ello, cuanta mayor flexibilidad haya para alcanzarlos, mejor".
Posicionamiento en mercados internacionales
También ha habido espacio para debatir el posicionamiento de las producciones agrícolas españolas y europeas con respecto a las de terceros países. Así, de un lado se ha analizado qué sucedería y que habría que hacer si, llegado del caso, y ante la experiencia de la COVID-19, se limitasen las importaciones y, de otro, cómo es posible establecer una convivencia equilibrada entre las producciones europeas, basadas en una estrictas reglas en materia de sanidad vegetal, y las provenientes de terceros países, derivadas de acuerdos comerciales.
En este sentido, Fernando Miranda ha indicado que en el contexto internacional la geopolítica está comenzado a mandar, por ello debemos imponer nuestra posición "y quien quiera vender en Europa que lo haga bajo nuestras normas". Asimismo, también ha puesto en valor la fortaleza de nuestro sistema alimentario y la importancia de mantener las fronteras abiertas. "Se trata de continuar siendo la potencia productiva que somos, pero dentro de un mundo que no nos devuelva a las fronteras cerradas, sino el que todos nos acojamos a un mismo marco normativo para que no haya desigualdades y con unas reglas de juego lo más comunes posibles ".
En este contexto, Manuel Melgarejo ha apelado a la necesidad de que sean tenidas en cuenta todas las herramientas de las que ya disponemos al servicio de la producción, como la edición genética, la sanidad vegetal, la agricultura de conservación y de precisión, por ejemplo. Si bien, tal y como han recordado los contertulios, es necesario, transmitir de forma adecuada a la opinión pública la realidad de la agricultura actual, que nada tiene que ver con la de hace tres décadas, así como la importancia que para la misma tienen los desarrollos científicos y tecnológicos.
Sanidad vegetal
También ha habido espacio para debatir sobre los diferentes modelos productivos y el futuro de la sanidad vegetal, respecto a lo cual Manuel Melgarejo ha indicado que en su opinión no cree que el debate esté en la dicotomía de si lo eco es bueno y el resto malo, sino en consumir productos de calidad y ello es posible gracias a los altos niveles de seguridad de los productos empleados en sanidad vegetal. Por ello ha indicado que a los consumidores les falta una información fundamental para poder formarse una opinión ."Cuando un producto es puesto en el mercado, ha cumplido con el visto bueno de tres ministerios: Agricultura, Sanidad y Transición Ecológica. Como consecuencia la agricultura convencional es perfectamente compatible con sanidad, calidad y ecología. La garantía al consumidor se la da la legislación, y es él quien debe elegir".
En esta misma línea se ha profundizado en si es viable la retirada de materias activas en sanidad vegetal sin tener alternativas, así como la importancia de la tecnología. Con respecto al primer punto, Fernando Miranda ha señalado que efectivamente, partiendo de la base de que sí tendremos materias activas, "es cierto que algunas van a ser sustituidas", a la vez que ha apelado a la necesidad de comenzar a pensar en anticipaciones "para que seamos capaces de ver cómo enfrentar los posibles problemas".
Por su parte, Manuel Melgarejo ha explicado que el objetivo de reducción propuesto por la Estrategia, cifrado en un 50%, es inalcanzable. "Si bien entendemos la preocupación europea, pero hay una seria de realidades y debemos abordarla de una forma efectiva, debemos hacerlo con una visión integrada de cuatros factores: de sanidad vegetal, agricultura de conservación, tecnología y edición genética", que serán los que empujen al sector hacia una sostenibilidad medioambiental, económica y social.
David del Pino ha apuntado que frente a la propuesta de la Comisión, su mayor preocupación es que se pierda de vista el objetivo, que es la búsqueda de la sostenibilidad. " Me preocupa que obviemos el objetivo principal, que es mantener la sostenibilidad, por lo que le daría más importancia a que pusiésemos en la mesa otros cómo: producción integrada, biotecnología, I+D, etc., para conseguir la sostenibilidad. Me gustaría discutir la propuesta de la comisión, que se basa en cómo en vez de decirnos qué", ha dicho.
Como conclusión, Fernando Miranda ha recordado que debemos ser conscientes de que ya hemos entrado en una época de cambio, "tenemos las bases, el conocimiento y el potencial, la solución está en nosotros y la debemos encontrar en nuestras propias potencialidades", mientras que Manuel Melgarejo ha enfatizado en que
no hay sostenibilidad sin rentabilidad económica, social y medioambiental a la vez que ha tendido la mano de AEPLA para colaborar en este proceso. Por último, David del Pino ha abogado por la unión del sector "porque el camino no se va a poder hacer de forma individual; necesitamos potencia y organización sectorial. No podemos desconectarnos de la cadena de valor por mucho que en ocasiones nos haga sufrir", ha dicho.