Innovación en tomate: en busca de la cuadratura del círculo

Por Ángela Fernández, periodista agroalimentaria

La producción de tomate para consumo en fresco está en constante evolución. Con la innovación por bandera, las empresas de nuestro país trabajan en nuevas variedades, buscando formas, colores y sabores que satisfagan las preferencias y necesidades de los consumidores tanto nacionales como de los múltiples destinos a los que se exporta. En un sector con una competencia feroz de países terceros, el objetivo es diferenciarse a través de la calidad, la originalidad o la creación de experiencias sensoriales y de consumo.

Decir que nuestro país es un gran productor y exportador de tomate no es ningún secreto. “Cuando hablamos de tomate en España, hablamos de una de las producciones estrella tanto para consumo en fresco como para transformación industrial, superando en conjunto incluso los 5 millones de toneladas y con relevancia en múltiples zonas de producción”, afirma el responsable nacional de Frutas y Hortalizas de COAG y secretario provincial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en Almería, Andrés Góngora.

Así, según el avance de datos del análisis de superficie, rendimiento y producción de hortalizas elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), de los 15.854.317 de toneladas de hortalizas que se produjeron en 2019 en España, 5.000.559 toneladas fueron de tomate, cultivado en 56.937 hectáreas, casi en su totalidad de regadío. De esa extensión total de tomate, 18.010 hectáreas fueron cultivos protegidos, que obtuvieron un rendimiento medio de 94.421 kg/ha. Acotando el análisis a este tipo de cultivos, las provincias con mayor producción de tomate de invernadero fueron, por este orden, Almería (9.535 ha), Granada (3.227 ha) y Murcia (2.316 ha).