23/09/2019
En la agricultura existen diversos indicadores que ayudan a tomar el pulso del sector. Índice de precios, evolución de las exportaciones… Sin embargo, si queremos tomar directamente el pulso a la figura del agricultor y conocer su estado de salud, hay una estadística que no falla: las ventas de maquinaria agrícola, en especial, la de tractores. De hecho, en la mayoría de los casos, la decisión de compra por parte del agricultor viene cimentada por la rentabilidad de su actividad. Y cuando no hay rentabilidad, el productor no suele aventurarse a hacer inversiones, esperando tiempos mejores… algo que se demuestra con el hecho de que el porcentaje de morosidad en la agricultura sigue estando por debajo del que se registra en el conjunto de actividades productivas.
El año pasado se rompió la línea alcista de tractores inscritos en los Registros Oficiales de Maquinaria Agrícola (ROMA) que venía produciéndose desde 2013, momento en el que los fabricantes comenzaron a recuperarse tras unas raquíticas 8.655 unidades inscritas en 2012. ¿Cambio de tendencia? No parece, sobre todo si observamos las cifras de 2019. Y es que durante el primer semestre del año se han inscrito en el ROMA 5.970 tractores, casi un 20% más de unidades que en el mismo periodo de 2018, cuando entraron en el campo 4.983 tractores nuevos. Algo que deja desconcertados a algunos analistas.