En 2020, el trigo fue el grano más extendido en superficie cultivada y la Unión Europea fue el mayor productor mundial. La importancia de este cultivo es una de las razones por las que el proyecto quiere aprovechar todo su potencial.
El trigo ha sido un cultivo clave para el desarrollo humano, debido a los bajos requerimientos que necesita para crecer y también a su aporte nutricional. Sin embargo, la producción de este y otros alimentos afronta diversos desafíos, debido a factores como el crecimiento demográfico, el cambio climático o la incidencia de enfermedades y trastornos autoinmunes entre la población.
De este modo, la sostenibilidad en la cadena de valor de la producción de alimentos es clave, desde varios puntos de vista, incluyendo la capacidad de alimentar a una población en crecimiento; mantener la calidad de suelos y cultivos; ofrecer productos saludables y nutritivos; proteger la biodiversidad; y contribuir a la resiliencia climática de Europa.
Asimismo, se ha producido un incremento de la concienciación de la población acerca del consumo de alimentos saludables. El aumento en la prevalencia de enfermedades no transmisibles (o crónicas) y la incidencia de trastornos autoinmunes, como la celiaquía, que ya afecta a un 3% de la población europea, incrementan la necesidad de desarrollar soluciones alimenticias más sanas y sabrosas, proporcionando una calidad nutricional alineada con un bajo potencial inmunogénico y una alta percepción organoléptica.
El papel del microbioma
Actualmente, existe en la Tierra un trillón de especies diferentes de microbios. Los avances en el descubrimiento y caracterización de microrganismos son necesarios para identificar productos y procesos novedosos basados en microbioma, así como para fomentar sistemas alimentarios sostenibles. Sin embargo, se necesitan más estudios y biocaracterización del microbioma de suelo y plantas, teniendo en cuenta que solo el 1% de las bacterias presentes en estos hábitats se cultivan en la actualidad.
Teniendo esto en cuenta, el proyecto WheatBiome contribuirá a entender el rol del microbioma del trigo en el desarrollo de soluciones más saludables y sostenibles, a través de una investigación puntera. Con dos casos de estudio y un demostrador a escala laboratorio, el consorcio tratará de entender el efecto de los factores biótico/abiótico en los microbiomas del trigo y en su calidad global. Además, se desarrollarán alimentos para consumo humano y piensos destinados a animales a través del aprendizaje de las capacidades de fermentación de microbiomas de trigos autóctonos.
Asimismo, WheatBiome estudiará el rol de las fermentaciones de microbios en la calidad de alimentos y piensos, considerando la liberación de péptidos relacionados con la enfermedad de la celiaquía; los componentes bioactivos; y la recirculación de subproductos del trigo con el objetivo de reaprovechar estos residuos alimentarios. Las interacciones entre el trigo y la microbiota animal y humana se definirán y se analizarán aquellos efectos que estén relacionados con la salud. Además, se proporcionarán prácticas sostenibles de agricultura para conseguir cultivos más resilientes y nutritivos. También se estudiará la percepción de los actores de los sistemas alimentarios y de la población en general en cuanto a los microbiomas en los sistemas alimentarios.
En este proyecto ‘Horizonte Europa’ de investigación y desarrollo, financiado con fondos europeos y coordinado por REQUIMTE (Portugal), participa un consorcio de 13 socios de 6 países europeos: Universidade do Porto (Portugal); Universidad de Vigo (España); Universitat de Valencia (España); Instytut Biotechnologii Przemyslu Rolno-Spozywczego IBPRS (Polonia); Contactica S.L (España); Stichting Wageningen Research (Holanda); Szkola Glowna Gospodarstwa Wiejskiego (Polonia); Universidade Nova de Lisboa (Portugal); Editorial Agrícola Española SA (España); UAB ART21 (Lituania); ISANATUR Spain SL (España); Allatorvostudomanyi Egyetem (Hungría).