Una década de los programas de promoción del vino en terceros países

Por Antonio Martínez, periodista agroalimentario

La reforma de la OCM del Vino, que entró en vigor en 2009, aspiraba a que el sector se volcara en los mercados mundiales. Así, no es de extrañar que una de las medidas estrella del texto fueran los nuevos programas de promoción del vino europeo en terceros países. Diez años más tarde, el sector del vino español y las administraciones hacen balance de una medida que ha sido fundamental en el proceso de internacionalización acometido por nuestras bodegas. No obstante, muchos aún se quejan de la alta carga de burocracia que requiere su implementación.

La última década ha sido de auténtico vértigo para el vino español. Un sector que no hace muchos años no podía ni soñar con alcanzar el liderazgo mundial en volumen de exportaciones con 28,5 millones de hectolitros en el año 2017, con un valor de más de 3.186 millones de euros (sumados vinos, mostos y vinagres). Si nos fijamos sólo en el vino comercializado fuera de nuestras fronteras, entre 2009 y 2017 ha incrementado su volumen un 54% y un 59% su valor. Impresionantes cifras que recoge el informe que ha elaborado el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) con el que celebra el décimo aniversario de su puesta en marcha.

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