19/07/2018
Los trabajos, que contarán con un presupuesto de tres millones de euros, tienen el objetivo de lograr desarrollar variedades de olivo lo más tolerantes posible a la bacteria y a otros patógenos, minimizando las pérdidas que supone una plantación infectada, así como implantar prácticas sostenibles que contribuyan a prevenir la propagación de la Xylella y aumenten la resistencia a brotes de plagas y patógenos.
Life Resilience: Prevention of X. fastidiosa in intensive olive & almond plantations applying productive green farming practices, nombre completo del proyecto, está impulsado por Galpagro, Universidad de Córdoba, Agrifood Comunicación, Agrodrone y ASAJA Nacional junto con la participación de Nutriprado y SAHC-Sociedad Agrícola de Herdade do Charqueirao, S. A. en Portugal; y Gruppo Salov y el Istituto per la Valorizzazione del Legno e delle Specie Arboree (IVALSA), perteneciente al Consiglio Nazionale Delle Ricerche de Italia.
En el acto de presentación de Carmona, los socios destacaron la importancia de la comunicación de los resultados del proyecto. “Haremos una divulgación técnica y científica, pero también divulgación general, para que todos los agricultores que quieran implantar estas técnicas puedan acceder a ellas”, señaló la directora del departamento de I+D+i de Galpagro y directora del proyecto Life Resilience Teresa Carrillo.
A través de los resultados que deriven de estos trabajos, sus impulsores pretenderán demostrar que con mejores prácticas sostenibles y tecnologías se puede reducir el consumo de agua y la huella de carbono, aumentar la biodiversidad y la resistencia a las plagas de patógenos sin comprometer el rendimiento; partiendo de un control biológico de los vectores en el entorno de las plantaciones. Todos los procesos que se llevarán a cabo durante el proyecto van orientados a aumentar la resiliencia del sistema, la calidad y la sostenibilidad ambiental.
De esta manera se buscará un modelo replicable de mejores prácticas para el olivo y almendro, así como otros cultivos leñosos, cítricos y vid en Europa, aumentando su capacidad de adaptación al cambio climático y futuras epidemias.